Si de tratamientos estéticos se trata, sin dudas el Botox es uno de los más famosos desde hace ya muchos años. Miles de personas alrededor del mundo recurren a profesionales de la medicina estética para que apliquen esta tratamiento directamente en las zonas cuyo aspecto quieren mejorar, pues los resultados son innegables.
Por supuesto, en Adai ofrecemos este servicio a nuestra clientela, por lo que hemos decidido contarte cuáles son sus principales ventajas, cómo se realiza el tratamiento, cuándo dura, y mucho más.
Cuestiones básicas sobre el Botox
En primera instancia, conocemos popularmente como Botox a la toxina botulínica de tipo A, una neurotoxina elaborada a base de clostridium, cuya aplicación sobre el cuerpo produce una “parálisis” muscular.
Al llevarse a cabo este tratamiento sobre la cara y otros puntos específicos sensibles donde se forman las arrugas como consecuencia de la contracción de los músculos locales, se consigue suavizar las marcas de la expresión.
Es por eso que el Botox es uno de los tratamientos más demandados por cualquiera que desea verse y sentirse mejor, tal vez a la par de los hilos tensores y el ácido hialurónico, (ambos tratamientos complementarios muy aconsejables).
En cuanto a las regiones donde se suele aplicar dicha toxina, destacan el tercio superior del rostro (frente, entrecejo y patas de gallo) a nivel estético, pero se aplica también en el músculo masetero para un efecto saludable contra el bruxismo, y también en axilas, manos y pies por su efecto de relajación de las glándulas sudoríparas.
¿Cuáles son sus beneficios?
A diferencia de otros tratamientos, el beneficio máximo del Botox es que no se necesita ninguna cirugía y que el tratamiento puede llevarse adelante en cualquier época del año.
Asimismo, es una técnica indolora que no provoca molestias y asegura hacer vida normal tras su aplicación. Mientras tanto, los efectos empiezan a percibirse desde la primera semana y son más evidentes tras dos semanas.
¿Para qué se usa el Botox principalmente?
La utilización del Botox depende de múltiples factores, generalmente relacionados con los objetivos de cada paciente, pero además atendiendo a la valoración que nuestros profesionales hagan en torno a la situación particular de cada cliente.
Es común que se opte por esta alternativa para eliminar las arrugas en la frente y en el entrecejo, así como las «patas de gallo».
A pesar de lo que se cree, con el Botox no se rellenan las imperfecciones, sino que la toxina butolínica actúa como relajante muscular. En cambio, el tratamiento con ácido hialurónico sí aporta volumen. Establecer cuál es la solución ideal para cada uno, requiere de estudios y una evaluación previa de nuestra piel.
Asimismo, debes saber que solamente los profesionales estéticos están capacitados para aplicar Botox. Especialistas de otras disciplinas (aunque sean disciplinas médicas o pertenecientes al sector de la belleza) no deben realizar este procedimiento, pues podrían acabarán poniendo en riesgo la integridad física de los pacientes, además de que no podrían asegurar buenos resultados.
*Contacta con nuestro centro de estética en Rivas Vaciamadrid para reserva tu primera sesión de Botox.
